Es habitual encontrar muchos artículos sobre equipo para grabar pop rock, jazz … pero si tu intención es grabar música clásica, encontrarás que no abunda la información.
Así que, en base a mi experiencia, te daré algunas indicaciones de qué tipo de material deberás adquirir.
Cualquiera de los puntos que voy a comentarte da para libros enteros. Tómatelo cómo una pequeña introducción.
MICRÓFONOS
Los micrófonos preferidos para música clásica son los que no «colorean». Quizás ya te has fijado que en las grabaciones de por las voces a menudo tienen un sonido muy cálido y «rugoso» que nos resulta muy agradable. Entre otros elementos, se consigue gracias al tipo de micrófono utilizado. Especialmente, con los de gran diafragma.
Sin embargo, en música clásica, siempre buscamos que el sonido se parezca lo más posible a la realidad. Es por eso que preferimos los de diafragma pequeño (o de lápiz). Ofrecen una respuesta más plana en frecuencias y responden rápido a los transitorios (golpes de sonido).
Pero la grabación no es una ciencia matemática y, a veces, cuando quiero que el instrumento o las voces al ser solistas, destaquen sí que me permito utilizar alguno con diafragma grande.
En referencia al patrón polar, preferimos los omnis (que recogen el sonido en 360º) porque captan mejor el ambiente de la sala y, especialmente, los graves. Aunque si la sala tiene demasiada reverberación o el sonido no es bueno, uso cardioides para asegurar un mínimo de calidad sonora.
Últimamente, y gracias a las nuevas tecnologías de fabricación, vuelven a estar de moda los micrófonos de cinta para música clásica por su sonido muy analógico.
PREVIOS
Los previos son los grandes desconocidos para aquellos que no tienen nada que ver con el mundo del sonido. Pero son un punto critico en la cadena de audio.
Un previo es la entrada del micrófono al equipo de sonorización o grabación (a parte del cable, claro está).
Los previos son necesarios porque el sonido que sale del micrófono es muy débil y no tiene potencia suficiente. El previo se encarga de elevarlo hasta el nivel que necesita la mesa o tarjeta para operar.
Los previos pueden ser tan caros cómo un micrófono (y los micrófonos pueden ser muuuuy caros).
En música clásica es importante que los previos sean limpios y no «coloreen». También es vital que el ruido de fondo (todos los micrófonos lo tienen) sea extra-bajo ya que la música clásica tiene un rango dinámico muy grande y el sonido pianísimo puede estar cerca de lo imperceptible.
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TARJETA DE SONIDO
Es donde conectarás los previos. Muchas tarjetas ya los tienen incorporados.
La primera decisión es cuantas entradas necesitas grabar al mismo tiempo. Para música clásica son imprescindible dos entradas de micrófono para poder hacer el estéreo.
Con ocho entradas podrás resolver la mayoría de las grabaciones y si ya tienes 12, muy excepcionalmente necesitarás más.
Para mi es importante que pueda grabar la música clásica, al menos, a 88,2 KHz . Yo percibo que usar frecuencias altas hace que se recoja mejor el ambiente del instrumento pues hay «un algo» en esas frecuencias. Sin embargo, ni siquiera los ingenieros se ponen de acuerdo en este tema.
El punto crucial es el conversor de sonido analógico a digital. La calidad de este es el punto crucial de una tarjeta de sonido, especialmente en música clásica .
Dos de los criterios que uso para elegir la tarjeta es que me transmita una buena sensación de separación de los instrumentos, que no suenen cómo una «bola», y que el sonido no tenga «harsh», que no suene a digitalizado, sino que natural.
No todas las tarjetas sirven para música clásica, ya que muchas «colorean» para tener un sonido más agradable y disimular los problemas del conversor.
SOFTWARE
Hay una gran variedad de programas y prácticamente todos son de calidad. La principal diferencia la encontrarás en que unos se enfocan más a la grabación y otros más a la producción (con loops, instrumentos virtuales…). Aunque, hoy en día, todos tienen de todo.
Sí que es importante que trabaje a 64bits para poder hacer un uso de la máxima potencia de los plugins que tengas y para que el audio no se vea constantemente «truncado» en los bit que no caben al trabajar a 32.
Yo uso desde hace muchos años Samplitude. Los plugins que tiene de serie son de muy buena calidad, el audio es fantástico y tiene muchas herramientas de edición que permiten editar audio de manera muy profesional.
MONITORES
Busca unos que hagan especialmente hincapié en la respuesta plana, o sea, que ninguna frecuencia esté resaltada por encima de otra.
Los monitores de «alta fidelidad» no sirven para trabajar con música clásica porque su sonido está «edulcorado» y no reflejan la realidad de lo que has grabado.
La consecuencia será que lo que mezcles con tus monitores cambiará mucho cuando lo traslades a cualquier otro equipo.
La norma es, conoce tus monitores. Porque la respuesta plana perfecta no existe, pero si sabes de que «pie cojean» puedes compensarlo en la mezcla.
Un último consejo: tu equipo es tan flojo como la parte más débil. O sea, que de nada te va a servir comprar unos micrófonos de 4.000 € si tu tarjeta vale 200€.
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Compositor de música clásica contemporánea, tonal, coral, para la imagen o cualquier campo que se le ocurra. Guitarrista en excedencia. Director de coro cuando le dejan. Técnico de sonido profesional y productor en InSitu music desde 2008. Apasionado
de las nuevas tecnologías, el diseño web y friki de los métodos de productividad.
insitu@insitumusic.com