El siguiente paso posterior a la grabación (en la que el peso de la responsabilidad recae sobre el intérprete) es la edición. Donde el productor o técnico de sonido tendrá que poner en acción todos sus recursos.
Como ya te he explicado en otros posts, la grabación de música clásica a menudo por fragmentos que posteriormente se editan en el estudio.
Actualmente, gracias a la tecnología, disponemos de maravillosas herramientas de edición de sonido que hacen que podamos unir fragmentos grabados en diferentes momentos sin que se perciba ninguna ruptura.
LA PREPARACIÓN
Copia de seguridad:
Lo primero es asegurarnos de tener, como mínimo, una. El software nos permite trabajar con copias no destructivas, es decir, que siempre puedes volver hacia atrás en lo que has hecho. Pero, aun así, considero imprescindible tener una o dos copias de seguridad de la grabación limpia, sin ningún tipo de edición o mezcla.
También te recomiendo ir haciendo copias completas de cada sesión de edición o mezcla. Ya sé que en audio representa una buena cantidad de gigas cada copia, pero según mi experiencia, puede que alguna vez te salve la vida.
SynBackFree es la herramienta que uso para hacer mis copias entre discos.
¡NUNCA TRABAJES SOBRE EL PROYECTO ORIGINAL!
Control de versiones:
Un proyecto complejo con diferentes días de grabación, incluso en diferentes lugares y posteriormente varios días de mezcla acaba convirtiéndose en un «monstruo». Siempre hay ediciones o versiones que se desechan o a las que es necesario volver.
Es imprescindible que todos los archivos y ediciones queden almacenados de manera ordenada y lógica para que puedas trabajar sobre ellos sin perder el tiempo.
Por ello, aunque es tedioso, siempre intento tener un sistema de «control de versiones». En el mundo de la creación de software es un concepto más que conocido y desarrollado a través de aplicaciones como GitHub y similares.
Con el tiempo, y debido a la falta de sistemas de control de versiones especialmente dedicados al audio, he ido creando y perfeccionando mi propio sistema , basado en un diario que creo en Evernote, donde apunto el trabajo hecho con versiones numeradas, apunto las direcciones del almacenamiento donde se encuentran los archivos y también guardo los ficheros de proyecto de cada versión. Estos ficheros ocupan en realidad poco espacio.
EDICIÓN
Seleccionar los fragmentos:
Acostumbro a enviar a los músicos todo lo grabado, con una mínima pre-mezcla para que sea agradable la escucha y quitando los tiempos muertos entre toma y toma, las conversaciones, entradas falsas etcétera. Es muy importante que todos los fragmentos estén bien numerados y etiquetados.
Así el músico puede escucharlos tranquilamente y hacer una primera selección de aquellos fragmentos. Siempre le pido que esté anotado con la mayor precisión ya sea en compases o en segundos. También es importante seleccionar tomas alternativas porque no siempre es posible utilizar la primera opción.
Siempre es mejor que ir directamente al estudio y allí escuchar por primera vez lo grabado. Se emplea demasiado tiempo y además al hacerse «en caliente» no tenemos perspectiva para decidir entre una u otra opción
Unir los fragmentos:
Más tarde nos reunimos en el estudio y comenzamos a montar. Se van seleccionando u uniendo los mejores momentos gracias a las herramientas de edición que hoy tienen casi todos los programas de audio. Yo, en concreto, utilizo Samplitude. Encuentro que es el mejor preparado para el tipo de edición necesario en música clásica. Además de tener muy buen motor de audio (vaya, que suena muy bien).
Muchas veces los propios músicos me piden que haga yo mismo la selección y edición de lo grabado. Esto representa para mi una gran cantidad de horas de trabajo, aunque lo hago con gusto cuando se me requiere y agradezco la confianza que depositan en mi.
Es importante que los fragmentos mantengan la coherencia de tono, tempo y dinámica. Aunque tengo bastantes truquillos para «engañar» al oído y hacer que nadie note donde se ha hecho el empalme.
Los errores más comunes , que hacen que se noten los enlaces, son los cambios de ambiente a causa de la reverb, la precipitación (tienes que respirar) o «comerse» unad notas, Hay que estar atento a todos los instrumentos y que no sea solo el principal el que funciona bien.
Hacer uniones de tomas de diferentes días puede funcionar bien con facilidad. Sin embargo, cuando es con diferentes localizaciones o con diferentes disposiciones de los músicos, solo debe hacerse cuando no queda más remedio para no perder la pieza o grabación.
Es posible utilizar el mismo fragmento en diferentes partes del montaje, aunque no es recomendable, por la monotonía que produce.
LIMPEZA DEL AUDIO
Lo primero es intentar eliminar todo aquello que es ajeno a la música, como ruidos de sillas, alguna voz o incluso sirenas de ambulancias. Luego, en algunos instrumentos, puede ser interesante mitigar los sonidos de llaves al cambiar de registro, o respiraciones demasiado exageradas. En esto cada músico tiene su propio y respetable criterio estético.
En esta parte del proceso agradezco muchísimo la fantástica herramienta «Spectral Cleaning» que incluye Samplitude. Los propios músicos se maravillan en el estudio de como puede quitar ruidos de sillas, toses…
Como último paso, repaso todos los enlaces hechos uno por uno y hago la «prueba del algodón» que consiste en escuchar la grabación con mucha atención y, si no consigo saber donde hice yo mismo los empalmes, es que están bien.
El conocimiento musical y el buen gusto es imprescindible en el técnico, lo demás se aprende con facilidad.
En InSitu grabamos y editamos audio desde 2008. Hemos realizado ya más de 200 `proyectos.
Si necesitas ayuda para una grabación o edición de audio, no dudes en contactar conmigo en info@insitumusic.com o visitando insitumusic.com
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Compositor de música clásica contemporánea, tonal, coral, para la imagen o cualquier campo que se le ocurra. Guitarrista en excedencia. Director de coro cuando le dejan. Técnico de sonido profesional y productor en InSitu music desde 2008. Apasionado
de las nuevas tecnologías, el diseño web y friki de los métodos de productividad.
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